Retirados de EEUU descubren un refugio en Latinoamérica donde el dinero rinde más
Para los visitantes distraídos, Cuenca, un pueblo colonial en el sur de Ecuador, parece arrancado de las páginas de un libro de historia. Con sus calles empedradas, sus catedrales altaneras y sus mercados concurridos, exuda un perezoso encanto a lo viejo mundo.
Pero está asimismo en la vanguardia de una tendencia muy moderna: brindar un refugio seguro a los jubilados de Estados Unidos que están poco dispuestos a vivir sus años dorados en su propio país, o que se ven imposibilitados de hacerlo.
La creciente ola de ancianos expatriados no solamente está poniendo de cabeza las nociones acerca de la jubilación en el hemisferio, sino que está reformando el rostro de las comunidades en todas las Américas. Y se espera que la tendencia continúe creciendo cuando nuevas olas de personas de la generación de la posguerra abandonen el mercado laboral poco preparados para el retiro.
No existe una manera precisa de medir el fenómeno, pero la Administración del Seguro Social estaba enviando pagos a 380,000 trabajadores estadounidenses que residían en el extranjero en el 2014, un 50 por ciento más que hace una década.
En las Américas, documentos muestran que los ancianos están yéndose en masa a Canadá, México, Colombia, la República Dominicana y Ecuador.
MIREN LO QUE ESTÁN ENFRENTANDO LOS JUBILADOS [EN ESTADOS UNIDOS. TIENEN UN INGRESO FIJO, PUEDE QUE SUS INVERSIONES NO ANDEN MUY BIEN, Y AHORA NADIE SABE LO QUE VA A PASAR CON LA ATENCIÓN MÉDICA
Dan Prescher, editor, International Living
Ecuador, un país conocido por las Islas Galápagos y por dar asilo en su embajada de Londres al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sirve de hogar a 2,850 jubilados que reciben beneficios, de acuerdo con el gobierno de Estados Unidos. Pero esa cifra no explica la situación en su totalidad. La ciudad de Cuenca llevó a cabo recientemente un censo que concluyó que, solamente en su municipio, residían casi 10,000 jubilados extranjeros, la mayoría estadounidenses de Texas y de la Florida.
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En un reciente día de entresemana, Susan y Michael Herron desayunaban con toda su calma junto a la ribera del Río Tomebamba, el cual atraviesa la ciudad. Ambos de 70 y tantos años, tienen el aspecto delgado de personas cuyo modo principal de transporte es caminar, y un sentido de la aventura que se encuentra generalmente en personas que tienen la mitad de su edad.
Ellos se habían “jubilado” anteriormente en el área central de la Florida, Georgia, Alaska, Carolina del Sur y Panamá antes de establecerse finalmente en Ecuador, porque se trataba de un lugar hermoso y barato.
“Nosotros podríamos haber sobrevivido en Estados Unidos si nos hubiéramos mudado a un área más rural”, dijo Susan, de 71 años, gerente de propiedades semijubilada. “Pero quisimos atrevernos a dar este paso cuando todavía teníamos la salud suficiente para poder hacerlo”.
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Dan Prescher, editor, International Living
En Cuenca, una ciudad de alrededor de 350,000 habitantes, encontraron un fuerte sistema de transporte público, una extensa red de museos, sólida atención médica y mercados llenos a reventar de frutas y vegetales frescos. Es un lugar donde su apartamento de dos cuartos y de dos baños y medio les cuesta menos de $400 al mes. Ellos descubrieron que, por alrededor de $1,500 al mes, pueden vivir un estilo de vida totalmente de clase alta; pueden cenar fuera con frecuencia y viajar.
“En Estados Unidos, no podíamos permitirnos ir a ninguna parte”, explicó Susan. “Teníamos que quedarnos en casa”.
Refugio accidental
Países de todo el hemisferio están tratando de atraer a los jubilados estadounidenses, y a sus pensiones. México, Panamá, Nicaragua y Costa Rica, entre otros, tratan de hacer lo más fácil posible a los ancianos establecerse allí.
Pero los funcionarios de la ciudad afirman que Cuenca se ha convertido en un refugio para ellos de manera accidental.
¿Cree que aumente la tendencia de los estadounidenses retirados de irse a vivir a otros países?
“Cuenca nunca quiso atraer jubilados”, dijo Ana Paulina Crespo, directora de relaciones internacionales del municipio. “De hecho, estamos enfrentando montones de problemas sobre cómo lidiar con un fenómeno de cuya creación no somos responsables”.
La ciudad está tratando de combatir los temores de los vecinos de que los jubilados están haciendo subir los precios de los terrenos y desangrando el sistema de salud pública, dijo ella. Y la barrera del idioma se ha convertido en una fuente de irritación local. Algunos restaurantes e incluso barrios parecen lugares donde se habla sólo inglés.
“Los cuencanos se están sintiendo como extranjeros en su propia ciudad”, dijo ella.
A partir aproximadamente del 2009, Cuenca se convirtió en una sensación viral en los websites dedicados al retiro. International Living, una influyente publicación, lo puso a la cabeza del ránking de los mejores lugares para retirarse en el extranjero durante varios años consecutivos. A medida que los jubilados recién llegados empezaron a bloguear, se creó un efecto de bola de nieve.
“La Internet lo ha cambiado todo”, dijo Dan Prescher, editor principal de International Living que se mudó recientemente de Ecuador a México para estar más cerca de su familia en Estados Unidos. “Ahora puedes hablar con expatriados que están viviendo la gran vida en tiempo real. Eso ha bajado la necesidad de investigar para aquellos que lo están pensando”.
El 73 por ciento de los jubilados en Cuenca, de acuerdo con el sondeo hecho por la ciudad, dijeron que habían escuchado sobre la ciudad a través de los ránkings de Internet de las mejores ciudades.
Pero la ciudad debe parte de su popularidad a una crisis económica, y a las medidas socialistas de un presidente a quien le encantaba criticar a Estados Unidos.
La crisis y el socialismo
En 1999, Ecuador sufrió un derrumbe financiero y bancario que obligó a millones de sus habitantes a salir a Estados Unidos y Europa en busca de trabajo. Ahora muchos de ellos están regresando a casa, a menudo hablando un inglés perfecto y trayendo diplomas de universidades con reconocimiento internacional.
El presidente Rafael Correa, quien renunció a su puesto el mes pasado, invirtió además la riqueza petrolera de la nación en los hospitales, las carreteras y la infraestructura que ha hecho al país rico en servicios públicos.
Los jubilados estadounidenses que eran antes esclavos de sus automóviles ahora elogian con fervor los viajes en bus por 12 centavos (con descuento para ancianos) y los conciertos sinfónicos gratis.
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Doris Soliz, diputada del partido gobernante que representa a esta parte de Ecuador, dijo que era irónico que los ciudadanos estadounidenses empapados en los valores capitalistas resulten atraídos a un país que se ha entregado al socialismo.
“Somos una ciudad que se ha convertido en un destino donde los adultos ancianos pueden disfrutar de sus años de jubilación precisamente debido a todos nuestros servicios públicos”, dijo. “El transporte público, la salud pública, todo eso forma parte de la calidad de vida”.
Claro que la vida en el extranjero también tiene sus dificultades, por supuesto. Algunos ancianos dijeron que se sentían aislados por las barreras de idioma y de cultura, y sienten que tienen que mantenerse a la defensiva para no ser estafados por los comerciantes locales, que los ven como cajeros automáticos con piernas.
La salud pública en la era de Trump
Si algo es una verdadera fuerza impulsora para los jubilados, es la atención médica. Aunque la administración de Trump ha dicho que dejará intacto el Medicare, su deseo de eliminar la Ley de Atención Médica Asequible en medio de un alza de las primas ha creado ansiedad entre los ancianos, dijo Prescher, el editor de International Living.
“Miren lo que están enfrentando los jubilados [en Estados Unidos]”, dijo. “Tienen un ingreso fijo, puede que sus inversiones no anden muy bien, y ahora nadie sabe lo que va a pasar con la atención médica en Estados Unidos”.
“Ante esta situación… si puedes vivir en un lugar donde puedes reducir a la mitad el costo de tu vida y al mismo tiempo tener acceso a una atención médica de alta calidad, tienes que pensarlo en serio”, agregó.
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